-Te tengo que contar algo...-


Busqué un título que generara intriga y creo que lo logré. Nadie sabe sobre qué voy a escribir en esta oportunidad. O al menos, no se lo esperan. No se lo ven venir. Como yo. Como mi cara de sorpresa ante las parábolas de mi querida gran Chiqui

. O debo decir: mi abuela.
Para quienes me conocen, ya saben. La Chiqui es la progenitora de mi madre. Aunque en el ámbito habitual y universal, la Chiqui es la Chiqui. Es como un personaje inmortalizado en su figura con lentes de sol y brillo labial, una deidad de esas de las que habla Chiqui.

La fui a visitar a su nueva guarida "temporal"; ya que cocina mucho y rico. y con ella tomo más mates en unas horas que en el resto de la semana mientras miramos fotos del año de la escarapela que siempre son recibidas con nuevos comentarios. Entre toda la parafernalia, la OMONI siempre tira un bocadillo digno de mención. Es como una sentencia, un acto sagrado venido del más allá para alentar a las almas de este mundo. 

-Te tengo que contar algo...- le dije hace unas semanas.

-¿Tienés novio?!- (Véase aquí la desesperación de una abuela envuelta en la congoja de su nieta.)

-No, Chiqui. Ojalá! Si fuera así, ya te hubiera llamado... No es nada fácil, viste cómo es. Está complicado. Teneme paciencia...-

-Ay mi amor, quédate tranquila. tu vas tener novio en noviembre.- (A éstas alturas, mi desesperación iba en aumento.)

-¿¡¡En noviembre?!! ¿Por qué supones eso, chi?- 

-Porque el año que cumplí 21, lo conocí a tu abuelo en noviembre  y nos pusimos de novios. A ti te va a pasar lo mismo...-

Llámenlo consuelo abuelístico pero la Chiqui me tiró una revelación que voy a corroborar dentro de unos meses, cuando el amor otoñal renazca. Sí, ya sé, es estadística mente imposible que se cumplan sus predicciones pero cuando no hay nada a qué atenerse, encontrás dicha en las palabras de tu abuela que te llena la panza de amor y de té de todos los sabores.

Me tomo el colectivo en la esquina de su casa mientras me despide con un beso. 

-Cuídate, avísame cuando llegues... y cuando tengas novio, también!


Señora de las 2 décadas...


Tengo 20 años y el fantasma de la vida que imaginaba cuando iba a primer grado me persigue y me hace reír de vez en cuando.

A los veinte sería casi una señorota. Con planes de recibirme, trabajar, casarme y vivir felíz y contenta (y enamorada, siempre enamorada). Faltaba una eternidad, digna comparación con un siglo para saber lo que se sentía. Ni siquiera podía sospechar cómo sería mi cuerpo a esa edad. Me imaginaba inmensa. Tener veinte era el gran salto, pasar de la rebeldía a convertirme en una adulta. Una cosa impensable.

"¿Cómo será la gente que conozco?", me preguntaba. Era como darle a mi mundo un giro de 180º, todo sería distinto cuando cruzara la línea de la veintena.

Hoy me acuerdo y me agarran convulsiones. Mi vida sigue siendo la misma, incluso no noto cambios en mi cuerpo que parece haberse estancado en el Baggio de 250ml.

Voy deambulando en una mezcla extraña entre Letras y Comunicación Social, y todavía persigo el sueño de publicar un libro o vivir de las columnas y las redacciones.

En mi casa sigo siendo Angie, Angelito, Totó. Charlatana pero sumisa, con un carácter que explota cuando quiere. Como siempre, la misma.

Lo que me hizo un clic en toda esta novela fue una conversación que me dejó rearmando las ideas que se me cruzaban:

-Tengo apenas 20 años y sufrí varias veces por amor. Me da terror conocer a alguien nuevo.

-Sufrir por amor significa que el amor pasó bien cerquita tuyo y hasta, incluso, llegó a tocarte. Yo tengo 20 años y todavía no sé lo que es.


Creo que cuando nos ahogamos en un vaso de agua siempre aparecen las respuestas que nos hacen reflexionar. Veinte años parecen ser una eternidad. Para algunos es apenas el comienzo.


*Próximamente comenzaré a publicar mi proyecto, espero que les guste.



"TRAE EL FERNE, TRAE EL FERNET".Y yo tomando nesquik SÍ, UNA CHOCOLATADA A LAS DOS Y MEDIA DE LA MAÑANA.


Paso a explicar en (¿resumidas?) palabras la noche de anoche- quiero dar a conocer mi regocijo y felicidad al pasar una madrugada de pelos...

¿Viste cuando querés dormirte de la mejor manera posible después de haber tenido un día un tanto jodido? Bueno, así no. En realidad así sí ,con el único defecto de que a eso de las 1.30 am unos individuos a quienes debo atribuirles el nombre de vecinos, me hicieron pasar la noche más larga de todas las noches existenciales en mi vida. 

Estaba a esto de dormirme, a ESTO! lo que me había costado encontrar la posición perfecta en la cual mis piernas se sintieran cómodas y en armonía con el colchón, no se imaginan. Mi cabeza ya estaba a punto de soñar con ¡? y ahí, ahí cuando mis pensamientos se deciden reposar, comienza a sonar una música a todo volúmen. BIEN FUERTE. PERO BIEN. Griteríos a más no poder, ruido de gente, muebles que se corren, vasos, botellas, un balcón abierto de par en par que eleva el ruido aún más, en fin... Creo que no hace falta llevar a cabo una descripción de mi cara. 

Tengo que comerme una fiesta vecinal un jueves a la noche, después de un día agotador, con la Mona Jiménez sonando de fondo y su quién se ha tomado todo el vino oh oh oh. Genial. Bárbaro. Magnífico. Extraordinario. Bueno, ya.

2am. y estos salvajes no hacen otra cosa más que gritar como desaforados. Giré en la cama unas 5 docenas de veces mientras arriba seguían a puro ritmo. Me cansé y fui hasta la cocina a prepararme una chocolatada. SÍ, UNA CHOCOLATADA A LAS DOS Y MEDIA DE LA MAÑANA.
Me deprimo. Odio todo. Odio a mis vecino fiesteros, quiero tocarles el timbre. Siento una envidia rotunda. "TRAE EL FERNE, TRAE EL FERNET".Y yo tomando nesquik. Creo que era lo que faltaba para aumentar mi nivel de satisfacción. 

3am- solos mi alma y yo. Ahora se colgaron del balcón. 'Algo en tu cara me fascina, algo en tu cara me da vidaaa.. será tu sonrisaaaa.." Cambiaron el género, Elvis Crespo a full. Quiero bailar. Quiero salir. Quiero dormir. Quiero un chongo. Creo que ya se notó que estoy viviendo una escena patética. 

Gracias a mis vecinitos me agarró mamenguitis aguda junto con ese típico sentimiento de "nadie me entiende, estoy sola" y al levantarme esta mañana. Hoy es de esos días extrañables. A veces uno siente la necesidad de tener alguien que nos entienda, nos abrace y se ponga un poquito en nuestro lugar. Jodido tener a esa persona lejos.

Me fui a dormir haciéndole cucharita a mi almohada y con mi blusa de invader zim, mientras de fondo, sonaba el tema nº 456 'andate a dormir tuuu, yo quiero estar de la cabezaaaa...'




Que tal,vecino


Siete de la mañana, arriba. Levanto la cortina a más no poder, olvidando por completo detalles como el hecho de estar ubicada (apenas) en una parte alta , o que frente a mi ventana haya una docena más, o que todas estén abiertas de par en par como la mía, o que sean ventanas de un tamaño suficiente que permitan examinar de un lado hacia el otro, o que... en fin.

Después de lavarme y desayunar, pongo en práctica mi personalidad de distraída total, olvidando por completo la ventana de la habitación con su respectiva persiana subida al tope y la multitud de rendijas que se subleva afuera. Mientras me cambio, distingo un pequeño movimiento proveniente del exterior, más precisamente de enfrente, y al levantar la vista ¡sorpresa!, me encuentro con un señor curioseando en la ventana opuesta.
En ñocorpi, me tapo como puedo mientras mi consciencia decide qué hacer primero. ¿Bajar persianas? ¿Salir corriendo? ¿Taparme? Hasta que el señor desconocido levanta su mano derecha intentando regalarme un gesto cual vecino amable y simpaticón. ¿Le devuelvo el saludo? Oh por dios, qué hace este tipo??! Me está saludando con cara de tarado... Me deslicé lo más disimuladamente posible mientras intentaba que mis ojos no fijaran la vista en el decrépito que me saludaba del otro lado. Las manos no me alcanzaron para bajar la persiana.

Quién sabe cuánto tiempo estuvo asomado previo a mi descubrimiento de su presencia. Un momentito de imprudencia, señor... Si usted lee esto, individuo de bigotes y anteojos, sepa no exhibirse con demasiada frecuencia, ni saludar de esa forma tan sugestiva... nunca más. Graciassss.

Hoy me levanté y controlé que la ventana estuviera cerrada.



Qué cosha golda.

Tuve un flashback, un retrotrack que me despanzó de la risa esta mañana.



Desde chica padezco cierto grado de lipotimia que hace darme mareos o bajones de presión,  es muy común y no reviste gravedad de echo la mayoría de la gente lo a sentido solo que no todos saben el nombre correcto,ok bueno sigo por lo cual voy seguido a controlarme y a soportar una seguidilla de todo tipo de análisis.
En una de esas rutinas, mi papá, advirtiendo del atolondramiento muy habitual en mi persona, me preguntó media docena de veces si había cerrado bien el recipiente del análisis.
-PERO OBVIO, PAPÁ. Tan tarambana no soy. [véase aquí el vocabulario de una tipa segura de sí misma]

Pero sí. Soy tarambana, atropellada, despistada... un curriculum perfecto para presentarle a mis futuros suegros.
La cuestión es que en uno de esos encontronazos con el típico tarrito de orina, tuve un "desliz". Se ve que la tapa no cerró. No hizo "click", diría mi prima.
Mientras estábamos en el laboratorio, me asomé al bolso y no puedo explicarles la cara de mi viejo cuando le dije que se filtró toda la acuosidad en la bolsa que estaba adentro. A esta maravilla sumémosle un auditorio completo de gente observando una escena tan familiar y poco humillante.


Qué cosha golda.

Creo que con esto perdí las posibilidades de que alguien se me acerque.
La vida está para vivirla... y reírse, gente! llevo mis papelones con orgullo.



'Hoy es el día de los abrazos, querés uno?'


Venía caminando dispersa totalmente, mientras escuchaba música en el mp3. Iba sumergida en mi mundo por la avenida, y en eso pasa un grupete de chicos con carteles en la mano y sonrisas que regalaban a todo el que se acercara. 

No presté ni un poco de atención porque gracias a mi ceguera total, no veía siquiera una letra de lejos. Seguí caminando mientras en susurros canturreaba te conocí un día de Enero, con la luna en mi nariiiizzz... Uno de los chicos se instala delante mío con una cartulina entre las manos que rezaba: "ABRAZOS GRATIS". 'Hoy es el día de los abrazos, querés uno?'

Mi cara no sé de qué era. Asombro. Sorpresa. Susto. Era una broma, me estaba hablando en serio o qué?

Un gentío totalmente desconocido para mi, comienza a abrazarme y a desearme buena vida y mucha paz, mientras yo seguía tiesa con cara de noentiendonada. Oh, pero qué gentesita más linda. 

No se ofrecen abrazos hoy en día. La gente no se toca, ni siquiera se mira. Qué nos está pasando? Dónde quedó aquella calidez en las personas, las sonrisas fáciles y sin motivo alguno, los "Que tengas un buen día", los "Qué tal, cómo andás?", los minutos para saber del otro, los "Te espero", los "Te quiero"... Los sentimientos a flor de piel, las carcajadas espontáneas, las miradas que se basan en largos silencios que parecen vacíos y sin embargo están repletos de todo...

Hoy quiero abrazar y que me abracen. Fuerte. Bien fuerte. Fortísimo. 



"Se va dando"

Creo que (nunca) en mi vida me había sentido tan segura y convencida de estar viviendo con algo en la cabeza que me tomó de imprevisto y de sorpresa, sin tocar timbre ni esperar a que abriera la puerta. En otras circunstancias, me era posible ver indicios o señales de cambios, percibir situaciones que se iban acercando a un plano más familiar, más "mío". Y ahora, un vuelco me sobresaltó sin previo aviso.

El destino renovado constantemente en las casualidades... en el llegar a tu casa segundos antes de que se largue la tormenta., en el amigo del novio de tu amiga que es amigo de un amigo y que te lleva a pensar que el mundo es un pañuelo, en el "estoy sola" y en el "yo también".

Hace un tiempo me quedé con un millón trescientas mil preguntas a las que no les encontraba respuesta alguna. Mejor dicho, tenía tantas posibilidades de respuesta que prácticamente nunca pude entender nada. Hoy sí. Hoy me queda claro: Estaba escrito. O se fue escribiendo de a poquito. "Se va dando", diría mi abuela.

¿Las cosas se van dando o en realidad somos nosotros quienes tenemos el control? ¿Serán las dos posibles, tal vez?... Y por si fuera poco: ¿Hay algo "escrito"?



y abandonaría por siempre tocarte...por que se que me sentís de algún modo

Un viaje en carretera, música tranquila de fondo y un tsunami de pensamientos que comenzaba a invadir mi mente. Me resultó curioso que, habiendo tantas cosas en las que pensar, mi cabeza (mi corazón,quizas) se detuviese en una sola persona. Creo que al principio no quería asumir que había comenzado a sentir más cosas de las planeadas o esperadas, pero al oir por el parlante del auto aquella melodía -acompañada de una letra que hablaba de querer estar con alguien que extrañamos- automáticamente me vino a la cabeza un (tu) recuerdo, una imagen (la tuya), que me sacó una sonrisa e iluminó mi mirada. Fue entonces cuando comprendí que todo este tiempo había estado -efectivamente- pensando en alguien, tu!!! . Mentiría si digo que se cómo llegamos a esto pero lo cierto es que támpoco quiero saberlo, Poco a poco te convertiste en inquilino de mis pensamientos, te adueñaste de mi cabeza y mis sentimientos. Casi sin darme cuenta e inexorablemente dejé de mirarte para empezar a verte, a sentirte de otra manera. Tu mirada me atrapa lentamente y -podría decir- estoy enamorada de todo lo que tus ojos esconden.
La cuestión es que lo que hoy siente mi corazón no lo entiende la razón. Pues te tuve frente a mi tanta veces que, creo, debí estar ciega para no verte. Cuanto más pienso menos comprendo cómo fue que me perdí de ti durante tanto tiempo. Pero que no se hable mas, el tiempo es muy fugaz como para dejarlo pasar. tengo tu mirada dulce y transparente que penetra mis ojos llenandome de emociones que creí sepultadas.. nada mas me importa, nada mas quiero. Me gustas, me encantas.. y ¿te cuento un secreto? a mi corazón le simpatizas, 




"No quiero que lleves de mi nada que no te marque, el tiempo dirá si al final nos valió lo dolido. Perderme, por lo que yo vi, te rejuvenece.

Mejor o peor cada cual seguirá su destino. Cuánto te quise, quizas, seguiras sin saberlo. "





cogiendo altura, dejando señales

Voy buscándome la vida, buscándote en mis planes, cogiendo altura, dejando señales. Y puedo bajar el telón, pero no me sale, o llamar a algún matón que te lleve de calle. Ojos que no ven más allá, llévame al baile, que nos vean caminar por el alambre, dime que te cuesta decirme vale. Voy volviendo a la vida, soltando lastre, viviendo al día, trabajando encaje. Y sí, puedo aguantar el tirón, soy insuperable. O escribir una canción a ver que sale. Ojos cansados de mirar tras los cristales no queda noche para más que un último baile, si aún dices venga.. yo digo vale.









Y que tal si salimos todos a bailar..

tengo de todo por hacer, pero ya me lo estoy tomando con calma. Trato de no desesperarme porque probablemente me agarre un ataque de histeria, y la verdad que es lo que menos quiero.
Intento buscarme tiempitos para sentarme a escribir y contar un poco lo que ando haciendo o traer esas anécdotas aventurescas(?) 

Nunca fui como quien dice "fiestera al 100%", salgo los fines de semana sí, pero no vivo de fiesta en fiesta. Con esto me refiero a que no soporto vivir sábados y feriados, incluyendo jueves y viernes, encerrada en antros, con olor a cigarrillo y alcohol que te cae en el pelo, porque siempre hay un idiota que vuelca, justito donde estabas tu, parte del contenido de su bebida. Sin mencionar que lo más probable es que vuelvas con dolores en los pies de tantos pisotones, y en todo el resto del cuerpo por la cantidad de codazos, empujones y hasta golpes que recibís.


Voy para pasar un buen rato, reírme con mis amigas, tomar algo y bailar toda la noche. Una vez por semana te diría que ya es exceso. No me gustan las cosas cuando se saturan y pierden el equilibrio. Se vuelven totalmente monótonas, rutinarias y hasta en algún punto, aburridas; prefiero salir pero ir variando, valga la redundancia, la salida.


Y volviendo al tema de los empujones y compañía, cuesta ser tolerantes con criaturas que van por el boliche de lo más despreocupados, empujando a más no poder. Flaco, no ves que estoy acá parada?? Soy invisible ahora? O los que están tan enfrascados en el bailesito que están haciendo que no les importa si te llevan puesto con cartera, saco, bebida, cigarrillo y un laaaargo etcétera que podría no terminar nunca.
Hay quienes disfrutan de toda esta odisea. No digo que yo no lo haga, porque si no fuera así, probablemente no iría jamás. Pero, también es cierto que me sacan canas verdes (frase abuelesca que me salió en el desborde de intolerancia) los borrachos desmedidos que no controlan su nivel de aceptación de alcohol. Si tomás, no jodás a los demás



He vuelto, he vuelto!

El mal de amores es combatible con alguna salida que te haga despejar para lograr sentirte un poco menos lastimada y con un toque de dignidad llevando a cabo el típico "borrón y cuenta nueva" (frase súper rencorosa y con un 99,9% de probabilidades de que sean puras mentiras y falacias.)
La cosa es que mi papá dando consejos a personas con el corazón roto es lo más tierno que hay. Mientras vas en el auto, ahogada en llanto, él cambia las radios para que los temas que pasan no te bajoneen aún más. "Voy a comerte el corazón a besos, a recorrer sin límites tu cuerpo..." Gracias Nocheros, gracias.  "Ella dijo, y yo dije, no eres mi amor..." "Y ahora estás, tú sin miiii...." "Aléjate de mi, amor, yo sé que aún estás a tiempo...."y la freces: Ahora vienes cuando debería de aprender a ir aterrizando tal combinación de letras me hace pensarle si pensarle a el de por si lo tengo todo el santo día en mi mente amanezco con el y me duermo  con el,es como si le gustara martirizarme pero lo peor de esto es que me gusta eso, si me gusta el sufrir. Siempre se los he dicho soy una masoquista me gusta crearme dramas :) 

Pero la jodida, no se puede sufrir de amor tranquilo con todo este cúmulo de canciones melosas sadomasoquistas o algo así que te recuerdan una y otra vez el por qué de tus mocos flojos. 
Todas tus amigas movilizadas, una prima que te defiende a muerte y una mamá que "pasó por lo mismo", te abraza y te prepara el desayuno, consolándote con palabras de comprensiva total. Qué santa esta mujer por dios.

Anduve colgada, anduve triste, anduve bajón. Todavía me recupero porque soy una loca que no se deshace de las cosas tan fácil. Sigo con anécdotas para contar y con ganas de estar mejor (y más linda) que nuuuunnncaaa.
He vuelto, he vuelto!




Yo soy...



Yo soy la ironía,yo soy la pintora que nunca pinta,la que un día se quemo y la piel se le seco.

se le seco por que esta cansada,por que no sabe como arrancarse lo que lleva dentro, lo que le pertenece y le crece y sabe, en el fondo que
NUNCA  va a poder olvidarse
."Estás loca, chiflada, majareta... Pero te diré

un secreto; las 

mejores personas lo están."








Pues ya No juego ...


Lejos queda ya todo. Lejos queda ya el día cuya noche el cielo se incendió de estrellas. Lejos el tiempo en el que en cada atardecer el alma se apagaba entre caricias, para amanecer al día siguiente ardiendo en deseo. Lejos quedan las playas desiertas. Lejos cada llamada de aquellas, capaces de derretir baterías. Lejos cada palabra capaz de ponerte el corazón a mil latidos por segundo y estremecerte el alma. Lejos cada imborrable tarde de sábado. Lejos cada intocable promesa. Lejos cada mirada que quemaba en las pupilas e iluminaba la vida. Lejos cada plan de futuro. Lejos cada viaje. Imposible de alcanzar cada momento que ya jamás viviremos, cada escena mágica que ya nunca se repetirá. Ya sólo quedan los recuerdos, cada vez más vagos, cada segundo más difíciles de descifrar. Ya ni siquiera me acuerdo como se sentían aquellos abrazos verdaderos, aquellos besos con amor, aquellas palabras sinceras.
Ahora apenas se puede divisar a lo lejos cómo se aleja el tren, y a veces, en el rastro de humo que va dejando a su paso, corazones, en honor a nuestro amor y en agradecimiento eterno por aquel tiempo en el que, por suerte, fuimos felices. Me voy sóla en el vagón, con tristeza, con el corazón roto, destrozada por esta batalla en la que no quisiste o no pudiste luchar a mi lado. En la soledad de este vag
ón, nuestro vagón, impregnado completamente por tu olor, pensaré cada día en lo que pudo ser, no fue y jamás será. Me voy sangrando, pero con una sonrisa pintada en la cara, simbolizando las ganas y la necesidad de empezar de nuevo. En esta ocasión sin ti. No te voy a mentir. Me da miedo mirar hacia delante y no verte. Me da miedo hacer planes en los que tú no estás incluido. Pero así se han dado las cosas, y esto ya no va a ninguna parte. No te preocupes, ya no tienes que tener más calentamientos de cabeza por esto. Ya no tienes que luchar contra tus miedos, nos acostumbraremos a decir que el miedo venció. Cada una de las estrellas que encendimos con cada abrazo, con cada beso, con cada ilusión, han sido apagadas en todo este tiempo de despropósitos, apagadas lentamente, una por una y con ensañamiento. Nunca podrás decir que no te esperé, porque lo hice hasta desangrarme. Lo hice hasta empapar paredes enteras con mis lágrimas. Lo hice hasta pegarme cabezazos contra muros. Lo hice hasta arrancarme los pelos. Lo hice hasta sentarme en la esquina de mi habitación y quedarme en vela toda la noche, con los ojos abiertos de par en par, mojados, y la mente en otro lugar. Lo hice hasta pasarme las horas enteras en nuestros lugares. Lo hice hasta gritarle al cielo con todas mis fuerzas: maldita sea yo, malditos mis errores. No voy a hacerte ni un solo reproche, me los voy a guardar todos. Tú me lo diste todo y más.
Ya no encuentro mis sueños, se han perdido. Me voy orgullosa de haber luchado y de haberme dejado la vida en el intento de que volvieras a confiar en mí, de que volvieras a querer nuestras increíbles e irrepetibles tardes, de que volvieras a desear cada noche, solo en tu cama, mis abrazos, mis besos y los cientos de tonterías que salen por mi boca cada día. Tonterías que te hacían reír y te iluminaban la ilusión del alma, esa ilusión que ahora tienes entre tinieblas, si es que no está enterrada bajo varias toneladas de cemento y hormigón. Pero sobre todo me voy orgullosa de mi misma por haber aprendido unas cuantas lecciones importantes, y por haber luchado por lo que más he querido en mi vida: tú... Esta mecánica de corazones ya se va. En esta ocasión no ha tenido éxito, pero tampoco ha fracasado, ya que sólo se fracasa cuando se ceja en los intentos, y élla nunca dejó de intentarlo.
Que mala muerte me venga o me rebanen la lengua si te quise querer mal. Me encantaría poder decir que cuando llegue el nuevo día dormiremos a la orilla del mar. Pero es sólo un sueño, y los sueños, sueños son. Ahora la esperanza está muerta. La fe, enterrada. Dios sabe que luché, que me deje el alma cada segundo por recuperarlo todo, que la luz de mis ojos murió hace ya tiempo ahogada en lágrimas. Cogeré mi avión y volaré hacía un futuro mejor, lejos de todo, lejos del “ni conmigo ni sin mí”, lejos de cada mal recuerdo, lejos de cada mentira, lejos de cada sueño roto, lejos de cada ilusión derrumbada, lejos de cada 13 sin ti. Dios sabe que esperé, que demasiadas noches mi única compañera ha sido la soledad. Ahora es momento de cambiar. Si ahora no respiro, es por no ahogarme. Cada segundo de todo este tiempo, cada lágrima, cada amanecer, cada playa, cada beso, cada abrazo, el cielo y el mar guardarán el secreto: jamás volveré a querer como te quise. No quiero ni una lágrima más, ni una queja más, ni una palabra más. Bastante se ha cebado ya el sufrimiento, ahora le toca morir junto a todo lo demás. Basta ya de mentiras y de crear ilusiones que acaban estampándose contra el muro de los lamentos a la velocidad de la luz. Basta ya de sin sentidos. 



Basta ya de sentimientos